- mariacortesyg
Permanecer desocupado. Entonces no puedes hacer nada. La Meditación florecerá
Bonita descripcion de la Meditación por Osho,
Buenos dias y Feliz Septiembre!
Querría compartir en este primer post del blog del nuevo año escolar 2019-2020 un poquito de mi experiencia con la meditación y los beneficios que personalmente estoy experimentando desde que medito regularmente.
En un post anterior de Junio compartí el transcurso del taller de aproximacion a la meditación, pero en este caso quisiera poder hablar de mi experiencia con ella.
Gracias a una nueva oportunidad laboral tengo una serie de espacios de tiempo entre clases que me permiten al dedicarme 100 % a mi cuerpo y mente.
La cobertura es muy mala y no hay más distracción.
Aprovecho esos espacios de tiempo para dedicarme a la meditación; cosa que hace unos meses era un desafío para mí por la falta de consistecia y el dejarme llevar por la velocidad de los días,
ahora ese espacio de tiempo es un regalo.
La pracica de meditación que antes era 2-3 veces por semana, ahora es diaria, esté donde esté.
Exise una certeza que forma parte de la magia que el Yoga crea: el cuerpo y la mente te pide meditar y solo puedes rendirte a su maravilloso deseo.

¿Que beneficios estoy experimentando?
Cada minuto está lleno de color y vida: ajeno de juicios y de analisis.
Vivo más cada segundo.
Me concentro más facilmente y definitivamente soy más libre, no me dominan las emociones tanto como antes lo hacian, ahora soy más capaz de ver las cosas con profundidad y perspectiva. Aunque continuo siendo muy humana y muy apasionada.
Además estoy más descansada y soy más capaz de vivir en felicidad.
Cuando a uno le pasan cosas buenas siente una gran necesidad de compartirlas, igual que lo hago cada día con el Yoga y mis alumnas quiero hacerlo con esta parte espiritual del Yoga.
Tomaros unas respiraciones, sentaros y solamente comenzar observando vuestra repsiración. Observar sin atraparos en ella, observar desde la distancia la calidad y la cualidad de viestra respiración. Este es el primer paso...

Un abrazo,
María